Capitulo 7: Ponte en su lugar. Si uno no sabe como arreglárselas para vivir
entre los peligros naturales pierde la vida, pero si no tiene idea de la ética pierde
lo humano de la ética.
Por
muy distintos que sean los conocimientos, la cultura, etc. Los humanos, tienen
en común ciertos criterios para distinguir el bien y el mal.
Cuando
vamos a conocer a otras personas lo que debemos tener en claro no es si su
conducta nos conviene o no, sino que ellos me convienen.
Hay
que tener en claro 2 cosas para tratar a los hombres:
Por
mas detestable que pueda ser una persona sigue siendo humano y puede
transformarse en algo conveniente para nosotros.
La
mayoría de nuestros comportamientos y gustos lo copiamos de los demás, por eso
es casi seguro que los demás nos traten como se vean tratados.
Los
“malos” tratan a los demás como enemigos en lugar de buscar su amistad, lo
hacen por miedo, soledad o por ser tratados sin amor ni respeto.
Tratar
a las personas como personas significa intentar ponerse en su lugar, lo cual
implica reconocer a alguien como semejante. Ponerse en el lugar del otro significa
considerarlo tan real como uno. Esto no significa que tengas que ser idéntico a
tu semejante. El primer derecho humano es no ser fotocopia de tu vecino.
El
derecho tiene que ver con la virtud de la justicia, la habilidad y el esfuerzo
que debe hace cada uno por entender lo que nuestros semejantes esperan de
nosotros. Para entender esto debemos amar al prójimo.
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